A todas estas, el profesor Balbo va a tener un hijo. Piensa ponerle Isaac, por Newton, o Emanuel, por Kant, o David, por mí (gracias, Balbo).
David Alberto Campos V, ópera Cromática, 2005
martes, 27 de mayo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario