lunes, 26 de mayo de 2008

CVIII

Angel me contó por qué habia tanto revuelo en la casa de Pascual, el ex policía. Resulta que Pascual había renunciado hacía dos meses a su trabajo, después de hacerle el quite a la muerte en más de una ocasión. La última fue un combate en H., donde una bala le desinfló el pulmón derecho y le salieron las tripas como pájaro cucú. Pascual lo tomó como una advertencia del Destino, por eso decidió irse al campo. Amanecía y el hombre despertaba con el canto de las aves, desayunaba en paz junto a Serafín, su perro, salía a regar las plantas de su jardín, llegaba el mediodía y se iba en bicicleta a donde Ruquita, la señora que le hacía el almuerzo, "y quién sabe qué más cosas", añade Angel, que es una verdadera víbora, y llegaba a media tarde a cortar leña hasta que viniera la noche.

Resulta que le acaba de llegar una comunicación a sus padres. Pascual, el ex policía, ha muerto. No hubo testigos, lo que dificulta las cosas, pero al parecer estaba nadando en el río cuando le llegó la mala hora, "y por más que Serafín ladró y ladró su amo fue a parar al Limbo del que nadie regresa", me dice Angel, satisfecho con la frase.

David Alberto Campos V, Ópera Cromática, 2005

No hay comentarios: