De paso, la novia del doctor Renzus es ingeniera química, y se llama Alicia. Cuando empecé a detallarlos como pareja, vi que la fealdad había encontrado alí su clímax. Renzus y Alicia besándose eran un cuadro barroco, monstruoso, horripilante. Solté una risita, y cuando me preguntaron me expliqué: "un chiste que me contó un paciente". Menos mal no me pidieron que lo contara porque ahí sí me habría metido en líos, y el almuerzo transcurrió sin pormenores.
David Alberto Campos V, Ópera Cromática, 2005
lunes, 26 de mayo de 2008
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