Era un templo del que se decían muchas cosas. Que había sido edificado en la Conquista y estaba a punto de caerse.. Que aparecía de repente, cuando uno menos pensaba, un fantasma: el de su primer sacristán; era un fantasma bueno, sólo tenía la mala costumbre de asustarlo a uno.
David Alberto Campos V, Ópera Cromática, 2005
martes, 27 de mayo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario