lunes, 26 de mayo de 2008

XXCII

Ahora justito me está esperando Lunicia, la comadre de Lupita, que es medio hipocondriaca y llega siempre a las dos de la tarde, a saber cómo está el corazón, y así esté el corazón rítmico sin soplos ella insiste que está mal, y yo, como médico, le creo, porque la pobre no tiene quién la
quiera, y eso es peor que una angina. Angel, el jardinero, me dice que es sólo para que le pongan algo encima, aunque sea un fonendo. Sabe Psicoanálisis, el Angel.

David Alberto Campos V, Ópera Cromática, 2005

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