martes, 20 de mayo de 2008

XXXVIII

Amigos míos
Ya perdidos
El tiempo el espacio no son cómodos
El trance el rito son hostiles
Como las sombras demasiado largas
Como los techos los patios las tumbas
Por eso pienso en vosotros,
Cuando el juego el azar es todo
Y lo ambiguo carcome y sentencia
¿Dónde estamos?
¿Dónde vamos?
Esqueletos estatuas sin ánima
Marionetas de nuestras propias vidas
Ahí estamos ahí vamos
Dando tumbos sin encontrar la ruta
Por un sendero labrado a machetazos
Amigos míos
Ya perdidos
Vuestros pies heridos
Vuestra lengua costrosa sangrante
Son mucho más que humanos
Y ahí van ahí vamos
Juguetes quién sabe de qué cosa
Vómito luz excremento
Qué lindos que hermosos nos vemos
Dizque haciendo camino al andar
Amigos míos, ¿dónde están?
Uno yace bajo estiércol
Alimentando larvas su cerebro prodigioso.
Al otro no lo encuentro,
Se esfumó sin saberse cómo o cuándo.
Otro ha sufrido bastante,
Ahora vive de su propio desencanto.
Otro no habla: calcula
Y aunque quiere mujeres
Se queda con las computadoras.
El último, el maestro,
Gravita en un mundo de relojes.
Estamos con el fango en la boca
Nuestras uñas se doblan de rabia
Destila veneno el corazón
Amigos míos, ya perdidos,
El tiempo el espacio es ilusorio
Nuestra victoria es ínfima
Y el precio incalculable
Y en últimas vamos al hoyo,
Buitres y arpías
Degustarán nuestras entrañas
En definitiva: nos perdimos.
¿A qué horas? No sé.
Lo que si sé
Es que ahí van ahí vamos
Como caballitos de carrusel
Subiendo y bajando
Do y Ba
Bien Jan
Su Do
¿Ganando? Nada
Fingiendo
Estar completos y felices
Consolándonos con estúpidos avances
(A veces francamente imaginarios).

David Alberto Campos V, Ópera Cromática, 2005

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